Suele jugarse en un área espaciosa, libre de obstáculos para evitar que el jugador haciendo el papel de "la gallina" se lastime al tropezarse o golpearse con algo.
A partir de ese momento, el jugador nombrado
«gallina ciega» intenta atrapar a alguno de los que juegan, guiándose por sus
voces. Tocando, por supuesto, pero sin pegar. Cuando alguien es atrapado
sustituye a la gallina. En algunas versiones avanzadas del juego hay que
adivinar quién es el jugador pillado, palpándole. En otras, cuando atrapa al
otro jugador, ese jugador queda fuera del juego. Cuando estén jugando, para
poder ayudar a la gallina a conseguir sus presas, los jugadores normalmente le
hablan o le dan pistas de dónde se encuentran (como por ejemplo: cantando o
gritándole direcciones como izquierda o derecha).
No hay comentarios:
Publicar un comentario